El peor Portazgo en muchísimos meses cayó de forma sorprendente ante un Queixas en inferioridad numérica y que se confirma como nuestra bestia negra. Nueve goles anotados en dos partidos frente a los cullerdenses lo dejan patente.
Y eso que el duelo no podía arrancar de mejor forma. Muy pronto, Dani provocaba un penalti y él mismo lo transformaría con aplomo. Poco después, un balón peinado por Luis, Checa que va a quedarse solo ante el portero y un zaguero lo zancadillea por detrás. Roja evidente, y sobre 80 minutos por delante.
Sin embargo, este comienzo fue un absoluto espejismo, porque a partir de ahí, los visitantes se multiplicaron, empequeñecieron a los rojiblancos y terminaron arrasándolos. Especialmente, gracias a la labor de su ariete Álvaro, una auténtica bestia que juega en esa categoría porque le apetece.
El citado atacante provocó un penalti colándose entre Issa y Quintela que su compañero Rivera anotaría. En vez de reaccionar, el Portazgo se echó una siesta; Álvaro ganaba una falta al borde del área con picardía y el mismo goleador superaba a la barrera por fuera.
Los asistentes no daban crédito. Un equipo con diez hombres era manifiestamente superior al otro, con uno más, algo difícil de explicar y entender. Pero esa es la cruda realidad.
En el segundo acto, el Queixas cerró líneas y dejó que Álvaro se fajase con toda la retaguardia local. De ese plan nacería otra pena máxima, cometida sobre el mismo de siempre, aunque esta bastante más dudosa. Rivera se la pidió y completó su tripleta de dianas.
Cerca del final, con un Portazgo volcado y desquiciado al mismo tiempo, errando pases y disparos por todas partes, llegaría el doloroso 1-4, ejemplo perfecto de la aciaga tarde nuestros futbolistas. Saque rápido de una infracción y una camiseta blanca entra como Pedro por su casa en el segundo palo para sentenciar.
En definitiva, que hay que olvidar cuanto antes este desastre pero, a la vez, hacer autocrítica y ponerse las pilas de cara a las próximas citas. Actuando como el domingo pasado aún nos podemos complicar la vida.
El once fue: Julián, Kike Iglesias, Issa, Quintela, David Castelo, Marcos Cancelo, Matías, Tomeu, Checa, Dani y Luis. También jugaron: Alberto, Marcos Cousillas, Gabi y Francesc.
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