El Portazgo puntuó por cuarta jornada consecutiva en O Outeiro, si bien es cierto que esta vez el empate sabe a poco tras lo acontecido sobre el césped. Y es que el empuje rival, unido a una cierta dosis de ayuda arbitral, acabaron con la tremenda ventaja que los cullerdenses llevaban al descanso.
El cuadro naranja contó con la primera gran ocasión del choque, pero cuando parecía que el balón se colaba, Kike Iglesias se lanzó para bloquearlo y acabar con el peligro. Dicha oportunidad fue un espejismo porque el resto del primer acto solo tuvo color rojiblanco.
Luis, en estado de gracia desde su regreso frente al Sigrás, logró un sensacional doblete en un abrir y cerrar de ojos. Primero, con una espectacular chilena, posiblemente el gol de la temporada hasta ahora. Y después al cabecear el rechace del portero enemigo a chut de Dani.
Otro futbolista en sensacional racha, Quintela, haría el 0-3 con un buen testarazo aprovechando el centro de Dani desde la derecha. El panorama no podía pintar mejor, con un rival que apenas inquietaba y con un marcador de fábula.
Sin embargo, el San Martiño despertó en la reanudación, tiró de corazón más que de otra cosa y redujo la distancia tras una jugada a balón parado que sorprendió a Kike Sanjurjo. Y después de que nuestro meta se marchase con molestias musculares, una acción clave.
Toño, futbolista de 44 años y que al parecer dispone de un currículum que debe darle carta blanca para hacer lo que le salga de ahí abajo, escenificó la patada de karate de Nigel de Jong a Xabi Alonso en el último Mundial. Su víctima, Matías; el resultado, una miserable amarilla. ¿En qué puñetera cabeza puede no considerarse eso como expulsión?
Ahí se vio de qué pasta estaba hecho el cobarde colegiado, que añadió más emoción señalando un dudoso penalti por mano de Kike Iglesias. Con el 2-3, los arreones locales se hacían más enérgicos y estos igualaron con un centro de su lateral González que se acabó colando por encima de Julián.
El show arbitral culminó con la expulsión de Rubén Novo, patética a todas luces ya que el entrenador rojiblanco solo estaba preguntando por el descuento. Mientras, el rival cuarentón seguía a sus anchas y terminaba su memorable actuación pegando un codazo a Gabi sin sentido. Porque él lo vale, como L'Oreal.
Una lástima dilapidar esa triple ventaja, pero habrá que sacar el lado positivo y pensar que seguimos sumando. Se avecinan encuentros durísimos, comenzando por el siguiente frente al Larín. Esperemos que la tradición victoriosa en O Carrizo continúe.
Nuestro once fue: Kike Sanjurjo, Kike Iglesias, Uxío, Quintela, David Castelo, Sergio Castelo, Matías, Kun, Checa, Dani y Luis. También jugaron: Julián, Pedro, Tomeu, Gabi y Francesc.
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