Fuimos superiores durante largos tramos del encuentro. Y, desde luego, muchísimo más limpios que el rival. Pero el arreón final del Burgo, cuando el Portazgo se encontraba en inferioridad numérica, acabó por llevar la final de la Copa de Culleredo 2013 a la tanda de penaltis, y ahí los rojiblancos sucumbieron ante el mayor acierto enemigo.
Un toma y daca constante presidió el primer acto. La parte mala de semejante lucha es que algunos jugadores del Burgo confundieron una noble pelea con juego sucio. Así, David Castelo abandonaba el terreno con un pomulo inflado tras recibir un codazo y Kun y Alberto llegaban al descanso tocados.
Este exceso de revoluciones no amedentró al Portazgo en la reanudación, y los primeros minutos eran un monólogo. De ese dominio derivaron nuestros goles; el primero, anotado por Marcos Cancelo, que envió a la red un córner que Issa tocó de tacón en el palo corto; y el segundo, poco después, cuando Checa remató un despeje del meta celeste tras chut de Dani.
Este último pudo cerrar el duelo al quedarse solo frente al portero gracias a un buen pase de Luis, pero el goleador rojiblanco se confió en exceso. Ya sin nada que perder, los jugadores rivales se lanzaron al ataque con todo, mientras seguían dejando un recado tras otro por arriba y por abajo. En una de esas, Sergio Castelo recibe un golpe en la nariz y acaba siendo él expulsado, mientras el agresor se va de rositas.
Con uno menos, las embestidas del Burgo se hicieron más persistentes y así terminaron surgiendo sus dos tantos, obra de Raúl y Toni, este en el descuento. Desde los once metros, el Portazgo solo atinó tres por los cuatro del Burgo, a la postre campeón. Este domingo, en Mera, arranca lo serio. Ánimo!
La formación de inicio en este partido fue: Samuel, Marcos Cancelo, Issa, Quintela, David Castelo, Kike, Sergio Castelo, Alberto, Luis, Kun y Marcos Cousillas. También jugaron: Gabi, Dani, Checa y Pedro.
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