Tras el tropiezo en campo del Visantoña, el Portazgo regresaba al terreno talismán de A Lavandeira para disputar su encuentro aplazado frente al Paiosaco. Pero esta vez las cosas no salieron como lo habían hecho contra el Larín o el Santa Cruz. Los rojiblancos se vieron superados por un conjunto con metas muy distintas, club de poderosa economía diseñado por y para ascender.
Por primera vez en mucho tiempo, los cullerdenses modificaron su táctica para intentar detener las embestidas de los jugadores verdiblancos. Sin embargo, la apuesta por los cinco defensas se fue al garete muy rápido, al encajar un golazo obra de su lateral izquierdo antes de cumplirse la quincena de minutos.
Pese a medirse al equipo menos goleado de la categoría, el Portazgo contó con alguna que otra ocasión para nivelar el marcador. La más clara fue un soberbio disparo lejano de Alberto, repelido por el poste cuando su portero ya estaba batido. No hubo suerte, y el Paiosaco aumentó su ventaja antes del descanso con un pase largo a su delantero, posiblemente en fuera de juego.
Con la lesión de Castelo, el cuadro local volvió a su esquema habitual pero, aunque en la segunda mitad la posesión se repartió más, la situación del choque no varió un ápice. Los visitantes se encontraban muy cómodos enviando balones en profundidad a la carrera de sus delanteros y extremos, que hacían mucho daño a nuestra zaga.
Gracias a esa receta, el Paiosaco obtendría dos tantos más, mientras las diversas aproximaciones de los rojiblancos no encontraban esa efectividad. En definitiva, una derrota contundente y sin discusión ante un gran equipo. Hora de levantarse este domingo frente a otro coloso, el Sporting Cambre de nuestros viejos conocidos Vituco y Alex Cao.
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