El Portazgo sigue sin levantar cabeza en este 2013 y sumó su quinta derrota consecutiva en el terreno de O Condús frente a un sólido Obrero. Los locales defendieron su portería con mucho orden y su guardameta, un centrocampista, apenas tuvo que intervenir para atajar los disparos cullerdenses, tal como había sucedido contra el Marino siete días antes.
El cuadro rojiblanco recuperó varias piezas importantes y se plantó con algunos cambios, pero el resultado no varió. El once oleirense salió más entonado desde el principio y se acercaba con mucho más peligro a la meta de Samuel. En una de esas llegadas, el colegiado señaló un muy dudoso penalti y su lanzador no erró, pese a la buena estirada del joven arquero.
Las cosas no se torcieron para un cómodo Obrero, al que solo inquietó un chut alto de Luis y una combinación entre Yuki y George que no acabó en remate. Por si fuera poco, la peor de las fortunas castigó al Portazgo en el segundo gol local. Samuel salía de su puerta para cortar con eficacia el avance de su delantero, pero su despeje acabó tocando en no uno sino dos compañeros para que otro rival se quedara solo ante la portería vacía. Tremendo.
Este duro mazazo desanimó aún más a las tropas visitantes, que nada más empezar la segunda mitad recibían el tercero en un buen lanzamiento de falta del autor del primer tanto. La remontada, a diferencia del pasado año, parecía imposible esta vez. Marcos arrojó una mínima esperanza con un buen testarazo, aunque el marcador permaneció así hasta el pitido final.
Como se viene apuntando desde hace semanas, urge una reacción inmediata, de todos. Ya son demasiadas semanas seguidas sin sumar ni un solo punto y, aunque todavía queda mucho campeonato, la dinámica del equipo empieza a ser muy peligrosa. Hay que ganar al Larín este domingo, sí o sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario