Todo sea dicho, el más inmediato arranque contó con polémica. Vidal enviaba desde la izquierda un pase a su compañero Gizmo, y nada más llegar al área, el balón se detuvo en un charco. Samuel salió a por él pero terminó chocando con el jugador azulgrana. Era penalti claro y aquí el árbitro nos favoreció.
Las cosas no podían torcerse más para el Santa Cruz ya que, después de una falta de Dani al larguero, Marcos Cousillas hacía el primero de la tarde con un centro-chut desviado por la cabeza de Chosta. En este deporte, el panorama cambia en cuestión de segundos y así sucedió.
El enemigo quedaba tocado y esto lo iba a aprovechar el cuadro cullerdense, consolidado ya como una de las más efectivas máquinas ofensivas de esta competición. La velocidad de Dani hacía trizas a su par y el centro raso de este llegaba a Marcos Cousillas, que doblaba la ventaja en un abrir y cerrar de ojos.
Sin su principal referencia, Luisete, los ataques del Santa Cruz eran muy tímidos. No ocurría lo mismo con los nuestros: cada vez que pasábamos de mediocampo, el peligro era inminente. Un avance de Marcos Cousillas por la izquierda era detenido por una zancadilla rival y aquí el colegiado sí decretó pena máxima. Dani lo materializó sin problemas.
Nada más arrancar el segundo acto, un despiste en la zaga rojiblanca derivó en una clara ocasión para los oleirenses, pero su ariete enviaba su vaselina a la madera. Había sido su opción de meterse en el duelo, porque a partir de ahí, sencillamente, nuestros jugadores les hicieron desaparecer.
El desenfreno goleador comenzó cuando Dani, perseverante por la derecha, cedía a Luis para que convirtiese el cuarto. Cambiado de banda, el veloz extremo del Portazgo la colocaba de nuevo en el área y Checa pescaba el esférico, subiendo el quinto con un chut raso.
En esos momentos, el Santa Cruz se quedaba con diez por una dura entrada de su capitán Cristian sobre Matías, lo que convirtió su zona defensiva en un festival de espacios. Tras una acción colectiva por la izquierda, Dani asistía a David Castelo y este la mandaba a la red después de driblar al portero.
En el tiempo restante, Dani y Luis engordaron un poco más el electrónico y sus cuentas personales, mientras Julián evitaba el tanto de la honra con una estupenda parada. Fue la culminación de una sublime racha, la mejor del curso con cuatro triunfos seguidos (y sin encajar). Ojalá continúe en O Condús.
El once lo formaron: Samuel, Kike Iglesias, Uxío, Issa, Quintela, Marcos Cancelo, Alberto, Matías, Dani, Marcos Cousillas y Luis. También jugaron: Checa, Gabi, David Castelo, Javi Pérez y Julián.
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