Los cullerdenses volvieron a salir muy enchufados y a poco de comenzar ya mandaban en el electrónico. Aprovechando las diminutas medidas de O Condús, Kike Sanjurjo sacó en largo y acabó asistiendo a Dani en el área enemiga. Nuestro goleador bajó el esférico de forma extraordinaria y lo envió lejos del alcance del último escollo, el portero.
El Obrero no varió un ápice su estilo de las últimas temporadas y apostaba una y otra vez por el patapum; nuestra zaga y meta, sin embargo, no daban una sola concesión. Ahí empezaba también su exagerada colección de protestas...
Mientras unos se dedicaban más a ladrar que a otra cosa, el Portazgo intentaba jugar. Tras una sensacional acción colectiva, Matías pudo subir el segundo pero su disparo raso se marchaba lamiendo el poste. Aunque la mejor ocasión nacería poco después.
Luis se quedaba solo contra el arquero rival, lo regateó con soltura y chutó a la portería vacía. Lástima que en el último segundo apareciese su lateral derecho, evitando la diana visitante lanzándose al suelo. El descanso llegaba y los nuestros estaban al mando sin discusión.
En el segundo acto, el Obrero se volvió más insistente en sus envíos largos y ahora sí nuestra retaguardia sufría. El duelo se convirtió en un toma y daca, y cualquiera podía anotar. La pena fue que lo hicieron ellos, naturalmente tras una jugada a balón parado.
Pese a ello, su alegría fue tan efímera como un estornudo. Matías ganaba la pelota en un duelo aéreo cerca de su área y Dani andaba por allí, recogiéndola y superando al portero otra vez. Como era inevitable, rodearon al colegiado para reclamar sabe Dios qué. Por hacerlo que no sea.
De ahí al final, ellos seguían bufando y mandando pelotazos, pero los cullerdenses se defendieron con uñas y dientes, pudiendo incluso ampliar el marcador si el árbitro hubiese visto un claro penalti sobre Issa. Cinco de cinco y el Portazgo que no para.
El once fue: Kike Sanjurjo, Kike Iglesias, Issa, Uxío, Quintela, Marcos Cancelo, Alberto, Matías, Dani, Marcos Cousillas y Luis. También jugaron: Checa, Gabi, Tomeu y Francesc.
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