La racha victoriosa llegó a su final en campo del Larín, donde el cuadro de casa se quedó los tres puntos aprovechando las concesiones cullerdenses, tan poco habituales en las últimas semanas. La espectacular remontada realizada en el primer acto no sirvió para nada.
Desde muy pronto se vio que no era la mejor de las tardes del Portazgo en el plano defensivo. El local Pablo recibía un buen balón por encima de nuestra zaga y superaba a Julián. Los rojiblancos intentaron responder y Tomeu estuvo muy cerca de conseguirlo, pero su chut picado lamió el larguero.
Quintela contó con una incluso mejor, quedándose solo ante un portero que detuvo su disparo con el trasero. Marcos Cousillas se topó en otra posición inmejorable, aunque tiró demasiado cruzado. En medio del aluvión de ocasiones rojiblancas, el segundo mazazo, con otra vaselina después de una contra.
Pese a ese tempranero 2-0, nuestros chavales no se rindieron y protagonizaron diez minutos de ensueño, especialmente el trío atacante. Tomeu asistía a Marcos Cousillas para reducir distancias, y Dani igualaba el choque con un brutal lanzamiento de falta que limpió las telarañas de la escuadra. Estos tres últimos futbolistas combinaban a las mil maravillas en el 2-3, obra también de Marcos Cousillas.
El Portazgo se marchaba al descanso con buenas sensaciones, habiendo levantado una considerable desventaja en un terreno difícil. Nadie podía presagiar lo que pasaría después...
La segunda parte transcurría similar. El Larín dejaba muchos huecos atrás y nuestros atacantes contaron con varias oportunidades más, alguna muy clara, para ampliar nuestra cifra. La expulsión del local Rodri parecía allanar más el camino, en vista de lo que había sucedido hasta ese momento.
Sin embargo, tal como ocurriera contra el Queixas, el Portazgo empequeñeció al verse en superioridad numérica y los blanquiazules se iban arriba con todo. Dani ponía de nuevo las tablas cabeceando un centro de Pablo desde la derecha, en lo que sería un anticipo del descalabro cullerdense final.
En una jugada a balón parado, Issa no puede despejar como hubiera deseado y el esférico queda manso para que Quillo la envíe a la red en el área pequeña. Ya a punto de alcanzar el final, un chut de Lepi se escurría entre las manos de Julián en el que era el último y definitivo tanto.
De todo se aprende, especialmente en las derrotas, y eso es lo que deben hacer nuestros muchachos de esta. Nada como batir al Visantoña el próximo domingo para confirmar que se han estudiado la lección.
El once fue: Julián, Francesc, Uxío, Quintela, David Castelo, Gabi, Marcos Cancelo, Matías, Tomeu, Dani y Marcos Cousillas. También jugaron: Checa, Issa y los juveniles Javi Pérez y Marcos Sanjurjo.
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