Una jornada más y otra tarde para olvidar. El
Portazgo sufrió un nuevo revés en su aventura en Segunda Autonómica contra el
Visantoña, rival que se benefició de su superioridad numérica y del desacierto
de los locales en todas las facetas del juego para llevarse los tres puntos de
O Carrizo.
Con varias novedades en el once debido a
sanciones y lesiones, al cuadro cullerdense le costó un mundo meterse en el
partido. Los visitantes comían terreno a base de fuerza y carácter y el
Portazgo apenas conseguía acercarse al área enemiga en los primeros minutos.
Sin embargo, en el fútbol no hay nada escrito y los rojiblancos se adelantaron
en el marcador. Luis aprovechó una falta lejana y la mala salida del portero
para anotar su primer tanto del curso y dar esperanzas a la parroquia local.
Sin embargo, pronto llegarían las malas
noticias. La primera, al quedarse con uno menos por la rigurosa expulsión de
Nico antes de cumplirse la media hora (había hecho dos faltas hasta entonces).
Y la siguiente, el tanto de la igualada, al borde del descanso y donde el
atacante del Visantoña resolvió en el uno contra uno. En el segundo acto se
diluyeron por completo las esperanzas.
Nada más arrancar, el segundo mazazo. El
enemigo salta sin apenas oposición en el área y la envía a la red. A remar
contracorriente. Y con las líneas totalmente rotas y sin un plan demasiado
estable. En medio del caos local, otro jugador del Visantoña recorre medio
campo por la izquierda sin encontrar respuesta (ni una falta), cede atrás y un
compañero la empuja. Desesperación.
Curiosamente, el Portazgo pudo a partir de
ahí recortar distancias, con una ocasión clarísima en la cabeza de Luis y un
penalti en el que el meta visitante se lució para desviar el lanzamiento de
Dani. Ya a punto de finalizar, el cuarto para ellos, con un disparo ajustado
desde la frontal.
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