La primera victoria tendrá que esperar. El Portazgo dejó escapar dos puntos en la visita del Obrero a O Carrizo, igualando in extremis un encuentro que se complicó ante la ausencia de concentración e intensidad en la segunda parte.
El duelo entre los dos principales protagonistas del pasado curso en Tercera arrancó equilibrado, con el balón bastante alejado de las áreas. Las defensas contenían a los ataques en los primeros compases. Los porteros apenas intervenían.
Tras esos momentos de tanteo, el Portazgo golpeó. Dani se escoró hacia la izquierda y sorprendió al meta visitante con un latigazo al palo corto. Faltaba poco para el descanso y el Obrero fue incapaz de reponerse a ese imprevisto.
El panorama, sin embargo, cambiaría en el segundo acto. Los locales se relajaron en exceso y encajaron la igualada en un saque de esquina. Todo hay que decirlo, un córner ilegal, puesto que el lanzador sacó de su sitio el banderín para acomodarse.
La expulsión directa de un central oleirense por un agarrón a Dani volvía a poner de cara el choque para el Portazgo. El propio goleador lanzó la falta al larguero. Pese a ello, el Obrero conservaba el peligro en sus ataques, con los futbolistas locales cada vez más descolocados sobre el terreno de juego.
Fruto de ese peligro llegó el jarro de agua helada. Su delantero centro peinó un saque de banda hacia el segundo palo y allí apareció, solo, uno de sus compañeros, que había escapado al marcaje de dos defensores cullerdenses.
Ya a la desesperada, el Portazgo se lanzó con todo para sumar al menos un punto. Y después de varios intentos fallidos, Gabi agarró un mal despeje en el área visitante para reponer la paridad con un disparo raso.
Todavía quedaba tiempo para alguna llegada más, pero Eirís no pudo aprovechar una buena acción personal de Rober por la derecha y el marcador ya no se movió más.
Así pues, segundo empate consecutivo de un Portazgo que puede hacerlo mucho mejor. Será necesario para sacar algo positivo del campo del Larín, un equipo con basta experiencia en la categoría.
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