Los jugadores locales, con la lección más que aprendida en su feudo, sorprendieron a pocos. Desplazamientos
largos
buscando a sus hombres más adelantados y mucha batalla cuando el
esférico se paseaba a ras de suelo. Pero los rojiblancos estaban más que
advertidos del planteamiento rival y presentaron resistencia, por
arriba y por abajo.
En cualquier caso, las dimensiones y condiciones de O Xabrón impedían a los nuestros dar varios pases seguidos. Los centrocampistas ayudaban a destajo a la zaga para contener las feroces embestidas del Marino y la apuesta ofensiva tenía que limitarse a buscar rápidamente a los dos atacantes, Rober y Kun. No era escenario para demasiadas florituras.
Como resultado, escasez de aproximaciones en el primer acto y alguna intervención de Manuel en la portería, casi siempre para despejar faltas o córners. En la segunda el panorama se mantuvo intacto, si bien el Portazgo dio un serio aviso a los pocos minutos con un disparo lejano de Marcos que lamió el poste. El cuadro local seguía a lo suyo, colgando balones, repelidos uno tras otro por la retaguardia. Los cambios oxigenaron a los nuestros, que buscaron petróleo en las piernas de los recambios, sin suerte en esta ocasión.
Valioso punto, en definitiva, obtenido en un campo difícil, por momentos desesperante, y en el que los equipos que obtienen triunfos suelen contarse con los dedos de la mano. Este domingo, regresa a O Carrizo el fútbol de Segunda.
En cualquier caso, las dimensiones y condiciones de O Xabrón impedían a los nuestros dar varios pases seguidos. Los centrocampistas ayudaban a destajo a la zaga para contener las feroces embestidas del Marino y la apuesta ofensiva tenía que limitarse a buscar rápidamente a los dos atacantes, Rober y Kun. No era escenario para demasiadas florituras.
Como resultado, escasez de aproximaciones en el primer acto y alguna intervención de Manuel en la portería, casi siempre para despejar faltas o córners. En la segunda el panorama se mantuvo intacto, si bien el Portazgo dio un serio aviso a los pocos minutos con un disparo lejano de Marcos que lamió el poste. El cuadro local seguía a lo suyo, colgando balones, repelidos uno tras otro por la retaguardia. Los cambios oxigenaron a los nuestros, que buscaron petróleo en las piernas de los recambios, sin suerte en esta ocasión.
Valioso punto, en definitiva, obtenido en un campo difícil, por momentos desesperante, y en el que los equipos que obtienen triunfos suelen contarse con los dedos de la mano. Este domingo, regresa a O Carrizo el fútbol de Segunda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario