El Portazgo sumó un nuevo triunfo, el quinto consecutivo, al
derrotar por 1-4 al Once Caballeros. Tres puntos más en el camino de los
nuestros, que se distancian un poco más del tercer clasificado, el Suevos, al
que ya aventajan en dobles dígitos.
Los rojiblancos salieron a por todas desde el primer minuto
y no tardaron en hacerse con la posesión de la pelota. El centro del campo, con
Bruno y Matías, dictaba el devenir de los primeros compases, y la velocidad y
movilidad de los atacantes visitantes hacían mucho daño a la zaga local. Así,
de un gran pase de Bruno para Dani llegaría el primer tanto del partido. El
extremo izquierdo del Portazgo trazó una diagonal, regateó al portero rival y
abría el marcador.
El plan seguía su curso, y las constantes combinaciones en
ataque anticipaban algún gol más antes del descanso. Y así fue. Otra vez Dani,
sumando su cuarta diana en los tres últimos partidos, volvía a situarse solo
frente al meta enemigo, al que esta vez batía de un disparo ajustado al poste.
Hasta ahí, la superioridad del Portazgo era manifiesta. Manuel era casi otro
espectador, atrás apenas sufríamos, Bruno manejaba el centro ayudado por un
incombustible Matías, mientras Dani, Kun, Yuki y Luis hacían de las suyas en la
vanguardia. Pero en una de sus escasas incursiones ofensivas, el Once se
desperezó con un disparo que rozó el larguero. Un aviso para evitar
relajaciones poco antes del descanso.
La segunda mitad prometía un guión similar cuando Matías
anotaba el gol de la tarde, el tercero para el Portazgo. Una tremenda carrera
en la que sorteó al menos a tres contrarios antes de enviar el balón a la red.
La celebración de todos los jugadores reflejaba su estado de ánimo. Sin
embargo, a partir de ese momento los locales reaccionaron definitivamente. Manuel
evitó un gol cantado a la salida de un córner con un paradón, pero no pudo
hacer lo mismo con un lanzamiento lejano de una falta que entró lamiendo el
palo. Pese a la doble ventaja, ahora sí que se palpaba cierto peligro en los
avances de los locales y el choque se convertía en un correcalles.
El carrusel de cambios del Portazgo comenzó a refrescar las
piernas en las filas visitantes, y Dani y Yuki obligaron al portero del Once a
sacar dos manos milagrosas en la misma escuadra. Sería un defensa, Gago, el que
colocaría el definitivo 1-4 en el acta, con un poderoso cabezazo que remataba
un corner sacado por Alex.
En líneas generales, un muy buen partido del Portazgo,
quitando el cierto desbarajuste a mediados de la segunda mitad. Hay que seguir
en esta línea, que se aproximan retos importantes.
Por Gabriel G. Enriquez
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